sábado, 24 de marzo de 2012

Crónica: Tarde Volcánica


Juego: Los colonos del Catán Básico 4 jugadores con la variante del volcán, las cartas de Eventos del Catán y la variante de Los Especialistas.
Jugadores: Sandro, Laia, Pili y Dani


Con 15 años a sus espaldas, los colonos del Catán se ha convertido en el mejor juego de mesa del siglo, no sólo por su popularidad, sino por su sencilla mecánica, de fácil aprendizaje, que hace que nunca te olvides de las reglas del juego, pero su genialidad reside en su gran re-jugabilidad con la creación y combinación de gran variedad de variantes del juego. Esta vez decimos jugar, sustituyendo el yermo y insulso desierto, por la variante del volcán, un elemento de riesgo que por un lado te da la ventaja de conseguir oro, equivalente a cualquier materia prima a tu elección, y por el otro la azarosa posibilidad de que el volcán entre en erupción y acabe con alguno de los poblados asentados a su alrededor o que una de tus ciudades quede reducido a un poblado en ruinas. Al mismo tiempo hemos introducido la variante de los Especialistas que se trata que por cada terreno que poseas de un tipo de material sumas un punto en tu tabla de personal de Especialista y a partir de cuatro terrenos del mismo tipo de materia prima consigues la carta del especialista de esa materia prima, obteniendo un punto de victoria y la ventaja de obtener gratis la materia prima especifica al inicio de cada uno de tus turnos. En el momento que otro jugador supere el número de terrenos que tu poseas, la carta de especialista de esa materia prima pasa a ser suya con todas sus propiedades, sería el mismo sistema de las cartas de la carretera más larga o el ejercito de caballería. Pero nuestra propuesta no acaba aquí, además introducimos las cartas de Evento de Catán sustituyendo así el azar de los dados, con el uso de las cartas de Evento conseguimos equilibrar la aparición de los diferentes números y añadimos la característica de que ocurran ciertos eventos (terremotos, cosechas, ventajas portuarias, etc...) que enriquecen el juego. Con todo ello, estamos listos para empezar la partida con el objetivo de lograr 12 puntos de victoria, a causa del uso de la variante de los Especialistas.


El resumen de la partida fue: Sandro fue el único que pudo asentarse alrededor del volcán con un poblado y una ciudad obteniendo los beneficios del oro y sufriendo en las diversas erupciones con una única perdida de un poblado. Al mismo tiempo se afianzó con dos cartas de especialista, ovejas y madera, y con su temprana conquista de un puerto de 2 por 1 de ovejas se dedicó a luchar por la carretera más larga contra Pili. Dani, en cambio, se centró en las cartas de desarrollo otorgándole el poder de la caballería, y con ello la carta del ejercito, un punto de victoria extra, una carta de monopolio y otra de la construcción de dos calles extras, a partir de entonces se hizó con la carta de especialista del mineral y con un puerto de lo misma materia prima, a partir de allí su objetivo estaba claro construir ciudades por doquier. Pili en cambio consiguió obtener la carta de especialista del ladrillo y estaba centrada en expandir su carretera por todo Catán. La historia de Laia fue la más desesperada, quedó encerrada a un lado por culpa del proyecto de urbanización de Sandro, reduciendo sus posibilidades de desarrollo en tan solo poder construir en los puertos de la costa. Hubo diversas alianzas para que Sandro no pudiera hacerse con la carta de la carretera más larga y así alzarse con la victoria, pero nuestros intentos fueron en vano sobretodo cuando creo un monopolio de tres ciudades alrededor de un terreno de madera dando el poder absoluto para hacerse con una ajustada y merecida victoria. El balance en el uso de las tres variantes fue positiva, las cartas de evento otorgan a la partida de un gran equilibrio en la obtención de recursos, las cartas de especialista ampliaron las posibilidades en la obtención de puntos de victoria, y la variante del volcán crea una incertidumbre durante toda la partida, con ese toque azar tan necesario que puede hacer inclinar la balanza por una simple cuestión de suerte.


Juego: Taluva
Jugadores: Sandro, Laia, Pili y Dani

Ya que la temática de la tarde iba de volcanes, era el momento de presentarles a Sandro y Laia otro gran juego: Taluva. Un juego de estrategia de 2 a 4 jugadores ambientado en una isla que se va formando por la erupción de diferentes volcanes. El objetivo es mantener a salvo tus asentamientos con el fin de poder construir tus tres templos y dos Torres. El juego también es de mecánica simple pero con una dinámica compleja y con mucha, mucha estrategia.

El resumen de las reglas son: en el turno de un jugador debe poner una pieza y un asentamiento o expandir el asentamiento o un templo o una torre. Las piezas son todas iguales, la forma son tres hexágonos juntos de los cuales uno de ellos es un volcán y los otros dos terrenos de diferentes tipos: selva, llano, lago y roca. Las fichas colocadas se tienen que unir unas otras por al menos uno de los lados, es posible crear espacios vacíos entre ellos. Otra opción es provocar la erupción de unos de los volcanes ya colocados encima de la mesa, al colocarlo encima creamos un segundo nivel. La norma es que el volcán debe coincidir con otro volcán con la restricción de que la lava debe fluir en una dirección diferente al volcán cubierto, es decir, no se puede poner la ficha de la misma forma que la inferior y no puede haber espacios vacíos por debajo. De esta forma vamos creando un paisaje de relieves con diferentes niveles. Las erupciones pueden destruir asentamientos siempre y cuando no destruyan totalmente el asentamiento, es decir, tiene que quedar al menos uno de los poblados. La colocación de un asentamiento siempre tiene que empezar en el nivel 1. Los asentamientos se pueden expandir, de manera simple, añadiendo otro poblado al lado o , de manera múltiple, aprovechando el tipo de terreno que rodea nuestro asentamiento podemos incluir tantos poblados como terrenos del mismo tipo haya, siempre y cuando estén tocando ortogonalmente con los límites del asentamiento, además si el terreno se encuentra en el nivel 1, se coloca un poblado en el terreno, si está en el nivel 2, dos poblados en ese terreno, en el nivel 3, tres poblados, etc... Cuando un asentamiento posea tres o más poblados, se cuenta por terrenos no por número de poblados en el terreno,entonces se puede construir un templo tocando el asentamiento y en cualquiera de los niveles. Para construir una torre al lado de un asentamiento, tenga o no templo, debe colocarse siempre a partir del tercer nivel. Los templos y las torres no se pueden destruir con erupciones. El objetivo del juego es poner todas las fichas de dos de los tres tipos, es decir, si ponemos los 3 templos y las 2 Torres, o si ponemos los 3 templos y los 20 poblados o si ponemos las 2 Torres y los 20 poblados se termina automáticamente la partida aunque todavía queden fichas, y ese es el ganador. Por el contrario, la partida también finaliza cuando se termina de colocar la última pieza, entonces se contabiliza en este orden: quién ha colocado más templos, si hay empate se mira quién ha colocado más torres, si sigue habiendo empate se contabilizan los poblados restantes y en el total también cuentan los poblados destruidos por erupción durante la partida. Y eso es todo. Simple y complejo a la vez.

Después de una explicación de 10 minutos iniciamos nuestra primera partida. El juego es ágil y en 5 minutos empieza a configurarse la isla. Al principio Sandro y Laia, nuevos y tímidos, buscan la armonía y se extienden por los alrededores, lejos del centro, intentando cumplir el objetivo básico de colocar un templo. Pero la isla siempre es imprevisible y las erupciones no se hacen esperar, ya que es el único camino para poder crear segundos y terceros niveles, al tiempo que vas controlando que los demás no cumplan el objetivo básico, también es una forma de hacerles acumular poblados destruidos que cuentan al final de la partida. Pili, jugadora experimentada en este juego, no les da ni un momento de respiro, así que Dani tiene que intervenir para que Sandro y Laia no se sientan presionados, confusos y desencantados. Al final Pili se hizo, como no, con la victoria porque es uno de sus juegos favoritos. Aunque lo importante es que Sandro y Laia se entusiasmaron lo suficiente para iniciar otra partida.

Después de una pausa y una deliciosa charla. Empezamos de nuevo, ahora todos sabíamos la dinámica, y lo cierto es que la partida fue extraordinaria, fuera de lo común, la isla se extendió en su máximo exponente y no hubo posibilidad de construir tercer niveles para poder situar nuestras torres, así que al final fue un merecido empate entre Sandro y Laia con sus tres templos asentados y cuatro poblados cada uno en su haber. Se quedaron encantados con el juego y vieron las multiples posibilidades de estrategia que ofrece. Me encantan estás tardes de café de aroma volcánico.


No hay comentarios:

Publicar un comentario