miércoles, 18 de abril de 2012

Crónica: Crepúsculo Lovecraftiano


Juego: Taluva (2 partidas), Alhambra (1), Arkham Horror (1) y Cosmic Encounter (2).
Jugadores: Laia, Pili, Sandro y Dani

6 de la tarde, calentamos motores con una revancha pendiente en la isla de Taluva, en la primera partida, victoria para la tribu de Dani, en la segunda, victoria para la tribu de Pili, ahora estamos en tablas hasta la próxima. Iniciamos a Laia y Sandro al juego de la Alhambra, ¿Quién será el mejor arquitecto de la más bella Alhambra?. Un juego fácil, rápido y dinámico, que permite una conversación amena entre compras y construcciones, al final victoria es de las chicas, primero Pili, segunda Laia, tercero Dani y cuarto Sandro. La partida ha dejado un buen sabor de boca y nos ha abierto el apetito, así que hacemos una pausa para cenar.

Poco a poco el comedor se va oscureciendo. La oscuridad es palpable. Ha llegado la hora de enfrentarse al mundo de Cthulhu. Las chicas no están muy convencidas de convertirse de repente en unas investigadoras sobre la aparición de monstruos y la apertura de portales a mundos extraños. Pero aprovechando su indecisión ya nos hemos trasladado a la ciudad de Arkham, Massachusetts. Sandro es el maestro de ceremonias, y con unas breves pinceladas nos adentra en la atmósfera lovecraftiana, donde nuestro objetivo consistirá en evitar o luchar contra estas criaturas del más allá e introducirnos en los portales para explorarlos y luego poder cerrarlos y así evitar la aparición de un poderoso ser alienígena, de nombre impronunciable, que destruya la ciudad y el mundo.

Mapa de Arkham

Para la construcción de nuestro personaje le dedicamos más de media hora, características de cordura y resistencia, objetos, conjuros, pistas, dinero... porque los personajes de H.P. Lovecraft a veces son incapaces de controlar sus propias acciones, o encuentran imposible cambiar el curso de los acontecimientos, así que la elección del personaje es una tarea ardua y totalmente impredecible. Simplemente hay que enfrentarse a ello, aunque con frecuencia estos sujetos caigan bajo la influencia de algún ser malévolo y huir, enloquecer o suicidarse no proporciona la completa seguridad de escapar. La poética de Lovecraft apunta a la imposibilidad de triunfo de los saberes popular y científico (las leyendas y la ciencia) frente al horror de lo desconocido. ¡Quién digo miedo!, cada uno de nosotros empieza en una ubicación de la ciudad, mientras el primer portal se abre ante nosotros. En un acto inconsciente nos adentramos en él, enfrentándonos a una primera aparición del inframundo, y tras la victoria nos encontramos perdidos en el otro mundo...

"No hay en el mundo fortuna mayor, creo, que la incapacidad de la mente humana para relacionar entre sí todo lo que hay en ella. Vivimos en una isla de plácida ignorancia, rodeados por los negros mares de lo infinito, y no es nuestro destino emprender largos viajes. Las ciencias, que siguen sus caminos propios, no han causado mucho daño hasta ahora; pero algún día la unión de esos disociados conocimientos nos abrirá a la realidad, y a la endeble posición que en ella ocupamos, perspectivas tan terribles que enloqueceremos ante la revelación, o huiremos de esa funesta luz, refugiándonos en la seguridad y la paz de una nueva edad de las tinieblas." (Howard Phillips Lovecraft, La llamada de Cthulhu)

Cuando a nuestro alrededor las tinieblas empiezan a coger forma unos suspiros de realidad nos devuelven al tiempo presente... ¡Esto es un rollo!, ¡No entiendo nada!, ¡No acabo de cogerle el punto! nos despiertan las dulces voces de la chicas. Las tinieblas desaparecen. La luz vuelve a brillar en la habitación. La fantasía del horror no entra en la mente femenina... la mágia se diluye. Decidimos abandonar nuestra loca aventura y pasamos a unos encuentros cósmicos más livianos. Un par de partidas al Cosmic Encounter, sacan a relucir a Kamikaze, Fido, Triplicador, Avaro, Carne de Cañon, Agujero Negro... recreamos una atmósfera de conquista galáctica lo suficientemente entretenida como para olvidar la introducción al Arkham Horror. Aunque lo cierto es que algo se ha apoderado de mi, una abismal enormidad de lo descubierto, al ser incapaz de asimilar semejante conocimiento de lo incomprensible un letargo de locura reside, ahora, dentro de mi. ¡Volveremos a Arkham!. ¿Eh, Ferrán?

Cthulhu... a la espera.



1 comentario:

  1. Buff, la presentación de Arkham es realmente tenebrosa, me gusta... Hay señales que nos llaman a introducirnos en el mundo desconocido de Arkham, o eso me ha parecido a mí al fijar la atención en el mapa de la ciudad, el nombre del rio... Los dominios de Cthulhu serán amenazados, que la intuición nos acompañe!

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