jueves, 26 de abril de 2012

Crónica: Rol y Constelaciones


Juego: Dungeons & Dragons
Jugadores: Ferrán, Sandro y Dani
Juego: Cosmic Encounter con la variante Cosmic Incursion.
Jugadores: Laia, Laura, Pili, Ferrán, Sandro y Dani


La crónica de hoy es compleja ya que por un lado celebramos las 50 partidas desde que empezamos este extraño blog, donde queríamos dejar constancia y compartir nuestras vivencias en el mundo de los juegos de mesa; y al mismo tiempo, hoy nos adentramos al simple pero complejo mundo de los juegos de rol, pero por si fuera poco además nuestras respectivas parejas se van de aventura a una Constelación Familiar. ¡Qué mundo tan loco este!. Unos queriendo jugar a la fantasía y otros jugando con la realidad. A ver cómo consigo salir de esta.

Quedamos justo después de comer, necesitamos tiempo para prepararlo todo. Sandro, un oxidado maestro de rol quiere iniciarnos en la mágica aventura de Dungeons & Dragons, la versión de los 80 (1974), la de la caja roja, la auténtica, como dice él. Lo tiene todo a punto, papel, lápiz, goma, dados, entre ellos el inconfundible dado de 20, la recién estrenada pizarra "veleda" cuadriculada y el libro en mano. También tiene algunos personajes de plomo de sus gestas pasadas. Todo está listo para empezar, y no va a ser fácil porque por la casa corren cuatro niños que sin preámbulo alguno ya han iniciado su rol particular. Después de una breve introducción, iniciamos la construcción de nuestros personajes. A medida que lanzamos los dados vamos configurando nuestras características, al tiempo que se va formando una imagen mental de nuestro personaje. Ferran, se ha convertido en un Elfo con gran destreza en el uso del arco y Dani, en un Paladín, con una fuerte aura protectora y la innata habilidad en la imposición de manos para sanar. Preparamos el equipaje y nos lanzamos a la aventura.


Hay una torre al sur del país, justo en un cruce de caminos, dónde últimamente los habitantes se ven acosados por constantes ataques y robos. Alguien nos han contratado para dirigirnos allí y saber exactamente que ocurre. De repente, el salón se ha convertido en un tupido bosque y nos encontramos agazapados detrás de la vegetación decidiendo cual va a ser nuestro próximo movimiento. Vemos la torre al fondo, semidestruida y humeante. Acordamos que el Elfo se quede atrás mientras el Paladín avanza hacia la entrada principal, cuando un Guerrero de enorme tamaño aparece por detrás del Paladín con una actitud amenazadora, pero tan sólo el Elfo lo ha visto y no sabe si alertar de su presencia o empezar a cargar su arco. Finalmente el Paladín, se percata del Guerrero y acaban entablando una conversación. El Elfo, en la distancia, no entiende muy bien la situación hasta que el Paladín le hace la señal para acercarse. El Guerrero les cuenta que dentro de la Torre hay un compañero suyo herido que ha sido capturado por unos Kobolds, una especie de guerreros medio reptiles medio humanos, acordamos ayudarle a cambio de que nos ayude él en nuestra misión, sin recompensa alguna. Avanzamos hacia la entrada.


Estamos inmersos en la historia, tan sólo despertamos cuando alguno de los niños tiene hambre porque es la hora de la merienda o llora porque ha tropezado, los atendemos y volvemos a la escena. Algunas veces nuestras conversaciones sobre los planes o estrategias que vamos a seguir, alertan alguno de los niños que se acerca y atiende a la discusión, en silencio, como si también viera con claridad lo que allí está ocurriendo. Decidimos entrar en la Torre, hay tensión en el ambiente, nos encontramos en un pasadizo con varias opciones, dos puertas en el fondo y una entrada en un muro derruido. Revisamos con cautela cada paso que damos, cada estancia en la que entramos. Encontramos una trampilla de donde sale un viento helado, pero decidimos no entrar, de momento. Al final abrimos la puerta principal del final del pasillo y nos encontramos con una barricada custodiada por Kobolds; estos esperaban nuestra llegada y nos lanzan una lluvia de flechas, hiriendo al Paladín en el brazo. En vez de acobardarnos, y aprovechando que tienen que cargar de nuevo sus arcos, nos lanzamos al ataque. Se nota que somos inexpertos en el contraataque porque el Elfo falla su puntería, los golpes de espada del Paladín no infunden daño alguno, suerte tenemos del desconocido Guerrero que parece acertar más que nosotros. Los Kobolds huyen pero decidimos seguir con nuestro empeño e iniciamos un ataque cuerpo a cuerpo, mientras el Elfo se queda en la retaguardia. Hieren de nuevo al Paladín, el Guerrero se defiende con acierto, mientras el Elfo viendo el desastre del encuentro decide utilizar su magia, lanzando un conjuro del sueño con tan mala suerte que duerme a dos de los Kobolds y al Paladín, quedando en pie el Guerrero y un único Kobold... se nos ha pasado la tarde volando, los niños vuelven a tener hambre, bueno siempre tienen hambre, así que decidimos dejarlo aquí y seguir otro día. Ha sido una experiencia fantástica. Seguimos con un pie en la fantasía y otro en la realidad. No podemos dejar de hablar de las jugadas y momentos que hemos vivido, con un lápiz y un papel. Acaban de llegar las chicas, al verles la cara comprendemos que ellas también han vivido una historia fantástica.


Voy a hacer una breve introducción de que es una Constelación Familiar, antes de describir la escena. Una Constelación Familiar es una terapia alternativa para solucionar los problemas psicológicos de un individuo en el núcleo de una familia. El origen de las constelaciones familiares se le debe al alemán Bert Hellinger, filósofo, pedagogo, antropólogo y teólogo nacido en 1925. La Teoría de las Constelaciones Familiares reconoce que existe una transmisión de conflictos, preocupaciones familiares y comportamientos a través de las generaciones, que determinan los problemas psicológicos actuales. Esta transmisión es ajena a la genética, sino más bien cultural, ya que no se puede explicar completamente por la historia de aprendizaje de cada individuo. El método consiste en que cada persona, con ayuda de representantes configuran su constelación familiar; con esto se sacan conclusiones acerca del sistema, de su estado actual, buscando soluciones de los problemas que se plantean. En una Constelación Familiar se escenifican determinados contextos sistémicos con ayuda de representantes, el cliente o constelado, los observadores y el experto o terapeuta, y todo el grupo puede modificar sus representaciones sociales al problema planteado. Las Constelaciones familiares se enfocan a problemas emocionales inespecíficos, sus aplicaciones más comunes son dentro del ámbito escolar, en el área laboral, la consultoría de organizaciones y empresas, pero también en tareas de orientación personal, familiar y escolar. Los objetivos finales de las constelaciones serían solucionar conflictos con la pareja, los padres, los hijos y otros miembros del sistema familiar, equilibrar los sistemas familiares, sociales u organizacionales, enfrentarse con el miedo a la muerte y a las separaciones en general, aclarar y diferenciar los sentimientos hacia otras personas, comprender que las acciones siempre tienen consecuencias, recuperar el equilibrio interior, alcanzar la paz y la felicidad que necesita nuestra vida. Por último aclarar que no existe evidencia científica de si realmente existen resultados atribuibles a esta técnica. Dicho esto volvemos a nuestra historia donde la dejamos.

En el momento que entraron las chicas a casa inundaron el espacio con la experiencia emocional que acaban de vivir. Justo en el momento que nosotros acabábamos de regresar de la"Tierra Media" y se desvanecía la fantástica aventura vivida a nuestro alrededor. Ellas tenían el rostro iluminado y estaban emocionalmente alteradas. Sin previa introducción empezaron a contarnos su personal "partida de rol". Laia le tocó representar el papel de la Madre de la constelada y justo cuando salió en escena se echó a llorar desconsoladamente. El resto de representantes inmediatamente, sin conocimiento alguno del método Stanislavski, sin guión alguno, se adentraron a representar los diferentes personajes de la familia con las emociones a flor de piel. Los observadores, entre ellos Pili, también entraron de lleno en la escena aportando su compresión y situación emocional. Los antecedentes eran que la constelada tenía una enfermedad terminal y a parte de tener que enfrentarse a la muerte tenia algunos asuntos pendientes con los miembros de su familia, entre ellos su madre. La historia era conmovedora y angustiosa a la vez. Claro está que después de contarnos todos los detalles y que la sesión duró una hora y media, nuestra partida de rol quedaba del todo insignificante. Así que nos tocó escuchar y poco a poco sumirnos en una tristeza razonable. Suerte que al final llegó Laura, que incrédula en estos temas nos devolvió la alegría y las ganas de celebrar nuestra partida número 50.


Por votación popular decidimos jugar al Cosmic Encounter, introduciendo la expansión Cosmic Intrusion para poder jugar los seis. ¿Por qué escogimos este?. Porque de todos los juegos que han pasado por nuestro laboratorio es el que ha gustado más "a todos", por su sencillez y rapidez, así que nos trasladamos a la mesa de juego a celebrar la partida número 50. Debo hacer un paréntesis, antes de apuntar lo que aconteció y es que no pensaba ni por asomo que fuéramos a llegar tan lejos, básicamente porque es difícil encontrar juegos para seis jugadores, que a todos nos guste y sobretodo poder quedar siempre los seis, todo un reto que hemos superado y parece que vamos a por los 100!.
A diferencia de otros juegos, jugar una partida de seis jugadores en el Cosmic Encounter es muy dinámico y las partidas son muy rápidas. Casi se tarda más en escoger al personaje que a la hora de jugar. Esta vez no recuerdo que personajes salieron en escena pero si me acuerdo de que las alianzas fueron muy variadas y los resultados muy ajustados. Al final la partida 50 fue para Laia, Felicidades!!! Has ganado 50 partidas más!, jeje. Cómo somos viciosos nos hicimos otra y está vez la ganadora fue Laura, con un segundo premio valorado en una partida de rol en el mundo de Dragones y Mazmorras, yuju!

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