viernes, 17 de febrero de 2012
Crónica de una noche de pesca
Juego: Los colonos de Catán Básico de 5 a 6 jugadores, con la campaña los Pescadores de Catán y la variante de la carta del Maestro Portuario.
Jugadores: Laia, Sandro, Laura, Groucho Marx (Ferran), Mini Robin (Dani) y la invitada especial Patricia.
Después de una copiosa cena y un poco picante o muy picante para algunos, nos decidimos ir todos a pescar a las costas de Catán.
Después de una breve introducción a la dinámica de este juego de estrategia, de tener suerte en los dados y de ser sobretodo un buen comerciante o liante, nos enfrascamos de lleno en el negocio de la construcción. Los que conocemos el juego con anterioridad, sabemos lo importante que es, pero no del todo crucial, la ubicación de las dos primeras casas en la obtención de materias primas y en el número que le corresponde, pero además, en esta ocasión, las posibilidades aumentaban ya que los dos desiertos eran ahora dos ricos lagos llenos de peces y las costas, alrededor de catán, hermosos bancales de peces. Tener un poblado o ciudad en ellas significaba la posibilidad de pescar y luego vender y conseguir algunas ventajas: quitar al ladrón y mandarlo al mar, robar un recurso a otro jugador, elegir el recurso deseado en el banco, construir una carretera o por último el más preciado coger una carta de desarrollo por el pago de siete peces.
Jugar con seis personas siempre es difícil porque todos queremos hacerlo bien en nuestro turno, pensarlo como es debido, cerrar el mejor trato, en definitiva tenerlo todo bien atado, pero al final todo se demora una eternidad. Este punto es la parte que hizo que al final la partida se alargara unas dos horas largas y que en vista del desenlace algunos jugadores perdieran fuelle en su empeño. Pero vayamos por partes y analicemos bien todo su desarrollo.
Al principio, dada la nueva campaña, fueron muchos los que optaron por asentar uno o incluso dos de sus poblados junto a un lugar de pesca, restando de entrada un recurso menos, sinceramente a mi también me hubiera gustado optar por esa estrategia pero al no ser posible me centre tan sólo en los números. Cabe destacar que esa noche los números fueron el 9 y 10, además del consabido 7, también el 4, el 3 y alguna que otra vez el 8, pero del resto, como sino existieran, presentándose tímidamente, muy de vez en cuando, el 6, 5, 11, 2 y 12. Los que dependían exclusivamente de esos números, Sandro y Patricia, se rindieron casi en los albores de la partida y aunque el juego está muy bien equilibrado creo que no supieron cambiar de estrategia cuando los mismos dados se lo estaban pidiendo. Por otro lado estaba Ferran, principiante en el juego, que poco a poco fue creciendo hasta llegar a rascar con la punta de los dedos una posible victoria, y puedo asegurar que no fue suya porque desconocía las posibilidades que tenia de poder variar su objetivo y conseguirlo por otro camino. A mi lado estaba Laura que luchó firme y en silencio hasta usurparle la carretera más larga a Laia que la había obtenido muy al principio de la partida poniéndola en cabeza y en el punto de mira de todos. Laia se ofusco tanto en recuperar la carretera que quedo encerrada en si misma y con unas posibilidades mínimas de variar de estrategia. Con los pocos recursos que obtenía Sandro pero con abundante pesca que iba recolectando, consiguió hacerse con la carta especial del Maestro portuario, ahí creo que cogió brío, bueno también le animó el combinado MojitoCava que nos marcamos, aunque los problemas de superpoblación de la isla pronto se hicieron notar y acabó encerrado en las costas viviendo tan sólo del pescado, ahí creo que tiró la toalla y se hecho a la mar. Algo similar ocurrió con Patricia que con unos números muy bajos de entrada y por el contrario con muy buena pesca perdió el objetivo de hacer puntos y se centró, un poco hastiada con tanta espera entre turno y turno, en querer construir lo mejor posible pero sin una perspectiva general de lo que estaba ocurriendo en el tablero, no supo ver la posibilidad de luchar por la carretera más larga y aunque no le hubiera dado la victoria si que habría estado dentro del hervidero de la partida. Por mi parte, tuve que cambiar tres veces de estrategia porque al estar en medio de la isla las posibilidades de expansión eran casi nulas, y la carretera más larga solo un sueño, así que me puse a construir grandes ciudades hasta que logre construir un puerto de 2:1 de paja, ese fue mi golpe de suerte, ese y que el número de la noche era el 9, y venga paja y venga paja y a cambiarla por desarrollos, hasta conseguir el ejercito de caballería, luego se terminaron las ciudades y vislumbre un hueco para hacerme un lugar donde pescar, y con Patricia despistada, me fui a por él, asenté un poblado y a pescar también!!! y venga desarrollos, y con ellos los puntos que me faltan para alzarme con la victoria, incluso con la bota vieja como un punto de victoria menos.
En resumen, creo que fue una buena partida y no lo digo porque me alcé victorioso sino como cronista de esta historia, tuvo sus momentos álgidos, y sus momentos tediosos, pero sobretodo tuvo un buen final, como siempre en este juego, que no se sabe hasta el último momento quien puede ganar. Como ya he comentado anteriormente, Los colonos de Catán, es un juego pensado de 3 a 4 jugadores, a mi justo el mejor número es 3, pero con la expasión de 5 a 6 jugadores, le da ese punto de juego en familia donde reina el caos y la suerte se hace más presente, aún así sigo pensando que es un juego que si sabes ver lo que está ocurriendo en la partida y sabes leer las cartas que te van entrando puedes variar fácilmente de estrategia y tu suerte acaba cambiando, lo peor en estos casos es obsesionarse porque no sale como lo tenias pensado, ahí viene tu ruina y la de los demás porque un jugador inactivo es un lastre para el resto de jugadores.
Ya dejé caer al final, la posibilidad de otras variantes, y os reto abiertamente a un enfrentamiento!!!.
Por último dar las gracias a Patricia por su participación y su paciencia, sabes que tienes las puertas abiertas siempre que quieras que de juegos y ganas de jugar nos sobran.
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Eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeel ocho, eeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeel ocho, ahí estaba yo, cual Pajares en Los Bingueros, exorcizando al dado para cosechar un buen saco del recurso más preciado de las medianías de la partida, el mineral. Pero era la noche del nueve, de la paja y el ladrillo, y en mi caso de las ovejas, llegué a pastorear un rebaño de 8 cabezas. Finalmente construí bien, acumulé poblados estancándome en 12 puntos; pude haber conseguido más jugando al desarrollo, pero el tráfico neuronal andaba ya congestionado aquellas horas y me percaté pasado el turno, tarde... Me estáis enfrikando!
ResponderEliminarAy! Pajares, no era el ocho el que te daba cinco minerales, era el once, ahí tenias asentado dos ciudades y un poblado, este en el puerto de 2:1 de mineral, es decir si te hubiera salido el once, tenias cinco minerales que cambiados con la ventaja del puerto al banco significaban directamente un desarrollo... suerte que los estupefacientes hacen su debido efecto! ja, ja, ja!
Eliminarôstia, òstia... nens que fort, dani et podries fer reporter de jocs en plan profi, quina memòria i que freaky que ets!!! El Catan m'encanta,segueix sent dels meus prefertits, encara que no guanyi i sigui dificil fer trampes, jejeje... El sidibaba no sé, no em crida tant l'atenció potser perquè mai sé on tinc la dreta i l'esquerra! jajaja
EliminarBé, la paraula freaky sempre és entranyable, encara que prefereixo aficionat, jeje, sobre guanyar-me la vida de reporter de jocs ja m'agradaria a mi y sobre la memòria doncs poca cosa a dir, només que m'hi fitxo i s'em queda, a més el Catán fa tant temps que jugo que no més dificil veure com van la resta de jugadors, el cert és que és un molt bon joc i sobre guanyar tot arribarà. El Sidibaba li hem de donar una oportunitat, no és tan infantil com sembla potser si que l'orientació espaial es important però a la cova no estaràs sola i el que fagi de guardián ha de saber ajudar i animar els agossarats lladres, el millor és probar-lo i després si cal fer-li una resenya negativa és farà. XXX
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